Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Asqueado del bingo

2 de julio de 2020

Tengo delante a un empresario del bingo al que conozco bien. Es de aquéllos de la primera hornada, de los llamados históricos del sector. No quiere que su nombre aparezca y se explaya en su confesión:

“Me voy del sector – dice – porque estoy asqueado, porque no aguanto más. Llevo años luchando por obtener mejoras que nos permitan encarar el futuro con ciertas garantías y no hemos obtenido más que migajas. Y así nunca saldremos del túnel en el que llevamos años metidos. Hablar con la administración es hacerlo con la pared de un muro en el que rebotan las palabras, palabras que no sirven de nada y únicamente ponen de manifiesto que cualquier intento de cambio en profundidad para una actividad que reclama imperiosamente modernizarse es inútil. Las administraciones, que aparentemente durante los últimos tiempos nos dan un trato más comprensivo, en el fondo no nos tienen la menor consideración y nos califican de empresarios de tercera, subordinados como estamos a ellos desde todos los ángulos y dependiente siempre de sus decisiones. A nosotros nos muestran su cara amable, propia del político o funcionario que pretende quedar bien con todo el mundo pero luego, cuando se trata de actuar, leña al juego que es de goma.  Somos el sector más controlado dentro de la industria del juego y se nos ha reconocido con la mayor presión fiscal, con las normas más restrictivas, impidiéndonos actuar como verdaderos empresarios y con la amenaza permanente pendiente de nuestras cabezas. Este clamar en el desierto del bingo es descorazonador, por lo repetido e infructuoso, y ha sido la causa de que muchos, como yo estoy a punto de hacer, abandonaran el buque. Vuelves éstos días a abrir la puerta de la sala y tropiezas con un panorama muy desolador, que promete mantenerse una temporada larga. Y así, con la administración sin aportar ninguna solución, sin demostrar la menor sensibilidad, ¿ quién aguanta ? Lo dicho: me voy asqueado del bingo.”

Esta es la confesión de un luchador, de un histórico del bingo que arroja la toalla. Harto y decepcionado. Lo triste es que como él hay muchos más.