Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Asociacionismo acomodado

30 de noviembre de 2016

Me dice un empresario del juego, veterano, con espolones asociativos y años de dura pelea: “El asociacionismo ha perdido fuelle, garra, lucha reivindicativa. Se ha acomodado, no planta cara como antaño, y muestra su cara dócil, amaestrada, frente a las administraciones. La prueba de lo que te digo es que si revisas el panorama, en casi todos los subsectores, verás que la mayoría de presidentes llevan la tira de años en el sillón. Y eso significa apoltronamiento, calma, ineficacia.”

Algunos de los razonamientos de mi interlocutor responden a una realidad que se refleja en el espejo asociativo actual. Las asociaciones, hoy, no responden en sus movimientos ni acciones al ritmo que imprimían a sus estrategias veinte o veinticinco años atrás. Entre otras causas porque entonces eran mayores y más urgentes los objetivos pendientes de alcanzar sectorialmente y se imponía por tanto una actividad intensa, frenética en ocasiones, y de lucha abierta con unas administraciones ancladas en épocas pretéritas. Había un talante asociativo aguerrido, personalizado en gentes curtidas que no hacían ascos al enfrentamiento verbal, y hasta de obra, cuando se trataba de preservar su parcela y salvaguardas sus derechos.

A lo largo de los últimos años se han conquistado mejoras y coronado objetivos por parte de los distintos subsectores del juego privado. A ello ha contribuido, independientemente de la eficaz labor asociativa, el cambio operado en unas administraciones más receptivas, más conscientes de que con los antiguos procedimientos no se podía seguir.
 
Actualmente el diálogo entre empresarios y reguladores se sustenta sobre la discusión de una fiscalidad que persiste en su línea económicamente apabullante para la marcha de los negocios y la introducción de nuevos productos. Los campos de actuación, en éste sentido, se han reducido bastante. Pero aún teniendo en cuenta éstos factores, sí es cierto que el asociacionismo ha perdido nervio, empuje, vigor. Capacidad de reacción e ímpetu en las peticiones y respuestas. Es hoy más tranquilito, más conformista, menos peleón. ¿ No estará pidiendo una renovación generacional ? De cualquier forma de un asociacionismo conformista no llegará la revolución a fondo que el sector demanda.