Afortunadamente EXPOJOC cuenta con empresas y profesionales que vienen apostando por la muestra desde el inicio de la aventura. Que fué una aventura a cara o cruz protagonizada por José Ignacio Ferrer que a los tres años de su nacimiento desbordó todas las expectativas. Y que como todo proyecto que triunfa supo granjearse enemigos. Que nunca faltan en un país donde la envidia es un deporte nacional practicado por millones de españolitos, pobres de ellos carcomidos por el resentimiento hacia los triunfadores.
Cambiemos el tercio. De lo que se trata hoy es de subrayar el respaldo que EXPOJOC viene recibiendo una edición tras otras de una serie de marcas y nombres que comulgan con la idea, que renuevan anualmente su confianza en la convocatoria, que no se dejan seducir por los cantos de sirena que los invitan a renunciar a la llamada de Valencia. Merced a la fidelización mostrada por un conjunto de firmas de la industria, entre las que figuran algunas que son líderes en su rama, EXPOJOC mantiene en lo más alto la bandera de la cita anual que invita al juego español a vivir una jornada de confraternización, dialogo y relaciones comerciales en el marco espléndido del Hotel The Westin de la capital del Turia.
Es un orgullo para el autor de la idea y para quienes participamos en mayor o menor medida de un proyecto que pese a los tropiezos auspiciados por factores externos ha seguido dando la cara, continua en la brecha y mantiene intacto su espíritu de cordialidad, de puertas abiertas al disfrute de la industria.
En la vida hay que saber ser agradecidos. Un ejercicio que sale del alma y que no todo el mundo práctica. Un rasgo que ennoblece a los que lo prodigan con naturalidad como muestra de sincero reconocimiento.
Quedan ya pocos días para que el evento cobre temperatura humana e irradie dinamismo y alegría. Abrazos fuertes y sentidos para aquéllos que siguen, como desde la hora inicial, creyendo en EXPOJOC. Hasta el 26 de marzo.