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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Alfredo se agiganta en la memoria

29 de junio de 2021

Celebramos recientemente una reunión de trabajo con los directivos de BINGOS REUNIDOS Joaquín Iniesta y Juan Espinosa. Y como no podía ser de otra manera surgió la evocación de la figura de Alfredo García Murcia, alma del Grupo y sin ningún género de duda uno de los empresarios que ha sabido dejar huella en el bingo español. Y la dejó por su inteligencia natural que sabía cogerlas al vuelo y anticiparse a lo que tenía que venir; por su amplia visión del negocio y las singularidades que entraña y, por encima de todo, por su vocación de ser y actuar siempre como empresario de bingo, comprometido a tope con el sector y sus circunstancias. Y en el ejercicio de ésa función, en la que puso talento, sentido de la evolución y generosidad inversora tuvo el acompañamiento sin reservas de su socio y amigo Enrique Burgos.

En lo personal para mí el recuerdo de Alfredo se agiganta en la memoria. Desde la perspectiva del empresario y del ser humano al que traté más allá  de formalismos u obligaciones profesionales. Y del que nunca me faltaron ni su aliento ni su ayuda cuando la necesité. Era Alfredo un espíritu generoso, del que surgían con naturalidad decisiones importantes a las que solía restar trascendencia. Tenía un temple admirable del que no se apeaba ni en las situaciones más comprometidas en las que nunca le vi perder la calma.  Y luego, en otro plano, estaba su sutil sentido del humor, su socarronería puramente mediterránea, su dejar respuestas en el aire para analizar la reacción del interlocutor.

Se cumplió el 30 de mayo un año de su adiós. De su trayectoria empresarial cabía esperar grandes logros. De su peripecia humana un mayor disfrute de la vida que se había ganado a pulso. En cualquier caso, nadie podrá quitarnos el doloroso sentir de su auséncia.