Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Abrir la sonrisa

23 de septiembre de 2020

Son éstos tiempos desapacibles y dramáticos que nos ha tocado vivir un buen argumento para abrir la sonrisa, para dar gracias a la vida, para pensar en positivo y caer en la cuenta que estamos atravesando un negro túnel del que saldremos con la lección aprendida de que somos nosotros, por sí solos, los que tenemos que reafirmarnos en nuestra firme voluntad de no hincar la rodilla, de alejar los miedos, de no dejarnos vencer por el derrotismo, de plantarle cara al maldito bichito y decirle que pronto lo combatiremos con la fiereza propia de quienes se juegan mucho en ésta lucha imprevisible y letal.

Hay que abrir la sonrisa y mirar al cielo para implorar ánimo y pensar que cada amanecer es un nuevo soplo de aire que reconforta y ayuda, que es un canto a la esperanza de un mañana más saludable donde no compartamos lamentos, donde el dolor generalizado sea una quimera y se eleve hasta lo más alto el árbol de la alegría compartida.

La sonrisa es sinónimo de gozo íntimo, de jovialidad que aflora espontánea y sin forzamientos y que nos hace la existencia más saludable. Por eso la mejor de las recetas, el antídoto más barato y efectivo es abrir de pleno la sonrisa y pensar que ésta actitud la debemos de mantener para que no decaiga ni un segundo nuestra fe en la vida, que es maravillosa, y nuestra promesa de seguir en la lucha cotidiana hasta el final. Y, entretanto una bella sonrisa, por favor.