Una oficina de paquetería en Añover de Tajo (Toledo) llevó a cabo distintas irregularidades que llevaron a la terminación del contrato de trabajo de la directora de la oficina.
En julio de 2023, se detectaron 28 boletos ‘Rasca’ de la ONCE sin vender y 10 boletos faltantes. La propia directora admitió haber rascado los 28 boletos con la intención de comprarlos posteriormente. La auditoría halló que entre enero y julio de 2023 se manipularon 97 boletos, incluyendo 69 sin premio y 28 premiados, registrando ventas tras pagar premios, lo que constituye una manipulación y fraude en la gestión de stock.
Se evidenció un patrón de manipulación de boletos y fallos en los controles de stock y recuento obligatorio, rompiendo la confianza en la gestión y en la integridad del puesto.
La empresa fundamentó el despido disciplinario en la transgresión de la buena fe contractual y en el abuso de confianza, conforme al art. 54 del Estatuto de los Trabajadores (ET) y al art. 85 del convenio colectivo. La directora reconoció haber manipulado boletos, lo que fue considerado un incumplimiento grave y reiterado.
El Juzgado de lo Social nº 1 de Toledo declaró el despido procedente, sin derecho a indemnización ni salarios de tramitación, considerando las irregularidades graves e incompatibles con la confianza requerida para el puesto. Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla‑La Mancha confirmó íntegramente la sentencia, rechazando la prescripción de las acciones y manteniendo la responsabilidad específica de la directora, así como la calificación del despido como disciplinario.
