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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

A Ramón Cubián se le entiende todo

24 de septiembre de 2025

Si algo de mucho valor tiene la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es que se le entiende todo cuando habla en público. Va directa al meollo de la cuestión, lanza sus dardos cuando estima que hay que hacerlo, y no suele perderse en circunloquios verbales para no decir nada al que tan aficionados son la mayoría de políticos.
Lo mismo que a su presidenta a Ramón Cubián, responsable del juego en la Comunidad de Madrid, nadie puede acusarle de escurrir el bulto cuando se trata de abordar los temas de su competencia, La última prueba la hemos tenido en el Expocongreso de Torremolinos donde Cubián no sólo hizo una férrea defensa del sector sino que fue bastante más allá. Desenmascaró la actitud sectaria del gobierno central, las manipulaciones que se realizan en cuanto al juego problemático, con datos manifiestamente hinchados. Las polémicas que se alientan desde las propias instancias oficiales respecto a la presencia de menores en salones o locales de juego mediante la difusión de datos falsos así como la realización de encuestas que calificó de pésimas y en las que se mezclan sectores y perfiles arrojando resultados fácilmente manipulables.

La intervención de Ramón Cubián en Torremolinos, merecedora de un reconocimiento unánime, por su plena identificación con la realidad del sector y por su no cortarse un pelo a la hora de exponerla denota, de entrada, que el regulador del juego en la Comunidad de Madrid está exento de cualquier tipo de prejuicio respecto a la actividad. Que subrayó está muy fuerte y que desde ésa fortaleza no dejará de crecer contando para ello con el apoyo de la Administración. Fue la suya una lección en toda regla sobre el desenvolvimiento del juego privado como negocio licito, responsable y cooperador en materia de seguridad tanto de sus establecimientos como de sus usuarios.

No es, desde luego que no, Cubián regulador dado a los complejos llegado el momento de exponer sin rodeos los asuntos más debatidos, y tergiversados en muchas ocasiones por el gobierno central, que afectan al juego privado. Lo suyo es ir por derecho, coger el toros por los cuernos como vulgarmente se dice, y cantar las verdades del barquero para que lo oigan aquéllos que hacen del juego la diana sobre la que lanzan, un día sí y otro también, la ofensiva de sus obsesiones patológicas, de su descalificación falaz y de sus feroces manías persecutorias. Todo propio de un radicalismo muy superado. Frente a todo ello: con Cubián tienen un hueso muy duro de roer.