Ramón Cubián Martínez, Director General de Suelo y de la Oficina Madrid Nuevo Norte y Responsable de Juego en la Comunidad de Madrid, participó en la mesa redonda “Presente y futuro de las máquinas recreativas en hostelería y salones de juego” celebrada durante el Expo Congreso de Juego Luis Escribano.
Cubián destacó que tanto la máquina B como el juego en general era un mercado estable en la Comunidad de Madrid. En el último año el territorio ha perdido 282 máquinas en hostelería, un descenso del 3% respecto al ejercicio pasado. El número de puestos de juego en salones alcanzó los 13.689, un incremento de 262 respecto al ejercicio pasado.
Cubián aseguró que una parte de la evolución del mercado depende de los empresarios y su creatividad. El reto de la Administración es fijar «unas medidas de control garantes de la actividad».

Hizo hincapié en los estudios de EDADES sobre el juego problemático los cuales calificó de «pésimos». Cubián ha observado que en dichas encuestas se mezclan sectores, perfiles y arrojan datos «fácilmente manipulables». Aleró a los presentes sobre el Gobierno central. Mencionó que el Consejo de Políticas de Juego pretendía disponer de más control para igualar con las CCAA la actividad en hostelería.
«En Madrid hemos hecho más de 30.000 inspecciones a salones y el índice de menores en salones es 1 en los últimos 4 años. Y ninguno en un salón cerca de un colegio. La polémica de que los menores acuden a locales de juego es falsa», aseveró. Fue contundente: «No hay menores en los salones de juego. No hay un problema de menores en el juego presencial». Dijo que en hostelería se podía producir algún caso muy aislado. Se ha registrado 1 este año. Otro en 2024 y 3 en 2023. «No polemicemos. El sector está fuerte. La Administración está de vuestro lado. No hay que entrar en grandes cambios disruptivos. Desde esa fortaleza el sector no dejará de crecer».

Cubián afirmó que «el juego que regulamos tiene un retorno en la sociedad espectacular». Respecto a la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en el sector confesó sentir miedo a lo desconocido. Aunque aclaró que podía ser una buena herramienta para analizar datos y ser más efectivos en el control y menos incisivos en las actividades.