Plato fuerte del Expocongreso de Torremolinos es la mesa redonda que debatirá «Presente y futuro de las máquinas recreativas en hostelería y salones de juego». La moderará el responsable del juego en Andalucía e intervendrán los reguladores de la actividad en cinco comunidades autónomas. Anticipo que es plato de muy fuerte contenido dado que la máquina tradicional instalada en bares y salones está, desde hace ya tiempo, en una auténtica encrucijada de la que tendrá que salir más pronto que tarde si de verdad aspira a seguir manteniéndose con unos ciertos niveles de rentabilidad en los citados establecimientos.
La máquina del bar, la que hizo historia y se convirtió si no en sostén sí en ayuda imprescindible de numerosos locales, se ha visto superada por diversos factores. Por la evolución registrada en productos de similares características con otras alternativas y alicientes y por el crecimiento desmesurado de una oferta que ha ido arrinconando de manera progresiva al modelo instalado en el bar. En éste capítulo se ha echado en falta una más certera adaptación en los tiempos que corren de éste producto destinado principalmente a la hostelería. Y en ésa fase de dotar a la máquina de mayor atractivo aparte de apelar al sentido creativo de los fabricantes habrá que ver hasta que punto está coartado por la postura de las administraciones.
Por razones de tanto peso resultará más que interesante conocer la posición de las autonomías al respecto. Que piensan del futuro de las máquinas en hostelería y salones y hasta que punto están dispuestas a facilitar un movimiento lógico que facilite su progresión, su puesta al día de acuerdo con las exigencias tecnológicas derivadas de la demanda. Los reguladores y reguladoras ( vaya con la terminología imperante ) tendrán que pronunciarse en Torremolinos públicamente sobre si quieren o no que la máquina de hostelería mantenga de cara al futuro su espacio, su rincón para funcionar y contribuir al sostenimiento del negocio. Y tendrán que expresarse sin mensajes crípticos, sin planteamientos ambiguos, ni promesas que no entrañan ningún compromiso. La crisis y el retroceso vertiginoso de la máquina en hostelería es un hecho que está ahí y no admite discusión. Los responsables autonómicos están llamados a pronunciarse con claridad y apostar o no por su presencia en el bar. Que está seriamente amenazada.