El informe de la Fundación Adsis, «Diagnóstico del juego patológico online en población adolescente y joven en Canarias 2024», ha generado controversia y críticas por varias razones.
En primer lugar, destaca que un 16% de los encuestados reconoce tener problemas con las apuestas en juegos de azar online, siendo especialmente preocupante entre los jóvenes de 13 a 16 años, una franja de edad que, por ley, no debería tener acceso a estos juegos. Esto plantea dudas sobre la metodología del estudio y la fiabilidad de los datos, dado que se analiza un grupo que legalmente no puede participar en estas plataformas.
Además, desde el sector del juego y las plataformas reguladas se señalan varias lagunas en el informe. No se especifica a qué portales accedieron los encuestados, lo que sería esencial para distinguir entre plataformas reguladas y no reguladas. Tampoco se presentan las preguntas y tablas de la encuesta, dificultando la evaluación de la metodología utilizada. Otro punto importante es que los juegos regulados solo están disponibles para mayores de edad, un aspecto que el informe no menciona, lo que refuerza la percepción de que el estudio puede basarse más en percepciones que en datos concretos.
El sector del juego regulado en Canarias presenta un mercado robusto, con operadores licenciados y plataformas confiables que promueven prácticas responsables. La crítica principal hacia el informe radica en que parece fundamentarse en percepciones más que en la realidad, generando alarma social injustificada y malentendidos sobre la situación del juego online en la región.