La Ley 4/1998 de 24 de junio, reguladora del Juego y de Apuestas de Castilla y León encomienda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado, las funciones de inspección y control del juego y de las apuestas, llevando a cabo el Grupo de Juego de la Policía Nacional dichas funciones en toda la provincia realizando periódicamente esta tarea de vigilancia en los salones de Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro.
Concretamente se verifica que los salones de juego cumplen lo dispuesto en el Decreto 12/2005, del Reglamento Regulador de las Máquinas de Juego y de los Salones Recreativos y de Juego de la Comunidad de Castilla y León, y en especial la prohibición del acceso de los menores de 18 años a los mismos. En el primer semestre del presente año se han realizado unas 550 inspecciones a los referidos establecimientos, tramitando 8 propuestas de sanción.
Esta labor inspectora que realiza la Policía Nacional tiene una doble finalidad: por un lado detectar incumplimientos respecto a la normativa vigente y proponer las medidas correctivas y de sanción que sean procedentes; y por otro concienciar a los responsables y empleados de los establecimientos de juego de la necesidad de ser metódicos e inflexibles en el cumplimiento de la legislación vinculada al juego, por la gran relevancia que esta actividad puede tener en el desarrollo de las personas que lo practican.
Durante el año 2019, que se toma como referencia comparativa antes de entrar en los años de la pandemia por COVID, la labor inspectora se plasmó en un total de 946 inspecciones a diferentes establecimientos públicos (bares, salones de juegos, bingos y casas de apuestas), siendo levantadas 16 propuestas de sanción por diferentes incumplimientos. cadenaser