"Casi dos tercios de los encuestados (63,3%) opinan que estas informaciones están creando un clima negativo hacia los salones y las apuestas. La mitad de los entrevistados cree que está afectando a los clientes: un 14,3% constata que algunos han dejado de acudir a los salones y un 35,7% que sólo unos pocos han dejado de venir. Y esta corriente contaminante provocará (86,7% de los encuestados) que las Administraciones tomen medidas restrictivas, aunque no haya motivos reales para hacerlo. Este clima social está haciendo que algunas empresas se replanten algunas inversiones (60%) y la mitad de los empresarios detectan desánimo entre sus empleados por algunas situaciones de descrédito". Éste es el efecto que ha tenido la campaña atroz de los medios de comunicación hacia los salones, como revela la IV oleada del Barómetro elaborada por el profesor Gómez Yáñez y ANESAR.
Como si de una coctelera se tratará, los periodistas generalistas han mezclado juego online, casas de apuestas y salones, vertiendo un jengibre que más que obedecer a la realidad produce arcadas. Pese a los intentos, muy escasos, por desmontar las leyendas urbanas sobre el acceso de menores o la proliferación de salones en barrios marginales, los quintacolumnistas se aferran a las declaraciones incendiarias de los podemitas y la falta de rigor del Cuarto Poder.
Pero he aquí que los señores de ANESAR – gran trabajo de Pepe Vall y su escudero Juan Lacarra – consideran conveniente invitar a Telecinco a la presentación del Barómetro. Es de las escasas ocasiones – y llevo a mis espaldas bastantes ruedas de prensa de nuestra industria – que la prensa nacional se digna a acudir a una convocatoria de esta naturaleza. Pero, ¡cuidadín, cuidadín ANESAR!, porque las buenas intenciones pueden acabar en penitencia. Si los chicos de Telecinco arrojan rigor en su trabajo daremos la enhorabuena a ANESAR. Si por contra acuden a su manual de confusiones habrá alimentado más aún a la "bestia". Y me da que no todo va a ser halagüeño. Ejemplos haberlos haylos, si no pregunten al bueno de Landaluce o a otros que observan con cierta estupefacción como sus intervenciones en la prensa general son reducidas casi a la nada o alterado, de arriba a abajo, el mensaje final. Responder sí, buscar … tengo dudas.
Lo dijo en su momento Jesús Franco, que de esto sabe un huevo y más. Cuánto más calladitos estemos y menos se nos vea mejor. Igual hasta tiene, si no toda, bastante o mucha razón.