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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Quiebra en la patronal española

23 de mayo de 2025

Cuando unas elecciones se resuelven mediante un estrecho margen de votos a favor de uno de los contendientes el saldo que se recoge es el de una evidente división. Una fractura que en muchos casos resulta difícil de recomponer. Esto es lo que ha sucedido en la convocatoria electoral de CEPYME que arrojó un estrecho margen de votos a favor de la candidata, Ángela de Miguel, que apeó de su cargo a Gerardo Cuerva. Y lo hizo con apenas treinta papeletas de diferencia.

El balance de ésta contienda es sinónimo de un duro enfrentamiento. Que obedece al que venían manteniendo Antonio Garamendi, patrón de CEOE, y el defenestrado Gerardo Cuerva. Que acusaba al primero de ser extremadamente complaciente con el gobierno en aquéllas cuestiones de carácter económico y social que afectan directamente a la marcha y desarrollo de las empresas. De ahí que Garamendi intentase por todos los medios, hasta conseguirlo, el neutralizar la gestión de Cuerva mediante su relevo por De Miguel.

No voy a entrar en las causas del choque entre Garamendi y Cuerva. Ni pronunciarme sobre las posiciones de uno y otro. Lo que sí me consta, como sabe todo el mundo que esté medianamente informado, que el gobierno de Sánchez está haciendo objeto de repetidos desaires a la patronal española. Que la excluye de diálogos y negociaciones en las que su participación es imprescindible para la legítima defensa de sus intereses. Y que semejante situación se está acatando con un cierto espíritu de servidumbre hacia los que manejan el BOE. Sin dar una respuesta enérgica a quienes desde la cúpula ministerial pasan por encima de las posiciones empresariales.

No acierto en la predicción de lo que acontecerá a partir de los comicios de CEPYME. Lo que no puede en modo alguno ignorarse es que se ha producido una quiebra en la solidez de la patronal española. En las relaciones entre los colectivos de CEOE y CEPYME. Se han abierto heridas y aflorado fuertes disidencias y un síntoma de éste tipo no aporta ni estabilidad ni contribuye a la solidez de unas organizaciones empresariales cuyas trayectorias deben regirse por una unidad granítica en lo esencial frente al gobierno de turno. Cualquier grieta en éste sentido, cualquier fricción se aprovechará por los que mandan para imponer sus decisiones. Sean o no convenientes para las empresas afiliadas a CEPYME Y CEOE. Restablecer la unidad a toda costa en la patronal es una exigencia de enorme trascendencia para la evolución y desarrollo de las empresas españolas. Lo contrario sería un suicidio de gravísimas consecuencias.