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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Infamia política

14 de enero de 2022

Varios países de Europa han puesto en marcha, a bombo y platillo, las campañas publicitarias para el Euromillones que viene el próximo 21 de enero. Esta es una prueba más, y son muchas y bochornosas, del grado de cinismo que impera cuando se trata del juego público. La actitud de los gobiernos con las prácticas de azar tuteladas  y auspiciadas por ellos es propia de una doble moral asquerosa, que ofende a la inteligencia y que demuestra, en definitiva, hasta que punto la política pregona una cosa y hace la contraría.
 
Y ahora doy el salto y me vengo a España para hablar del tema. Si los que nos gobiernan aquí abominan del juego, y exponente claro lo tenemos en el ínclito ministro Garzón, que corten de raíz toda tentativa destinada a fomentar su práctica. Lo que no es admisible, lo que en modo alguno puede tolerarse es el doble juego, la condena de uno y exaltación del otro. Lo del chico malo, chico bueno de las películas de cine negro.

Ya está bien de condenar, perseguir, castigar, amordazar y maldecir al juego privado y bendecir, exaltar, avivar, proteger y disfrazar al juego público. El sector está harto de tanta ignominia, de tanta desvergüenza, de tanto golpe bajo. Y eso tiene nombre: infamia política. Una de las gordas que tanto se prodigan con premeditación y alevosía. Que nunca faltan cuando se habla de los padres de la patria.