Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Salvajes

20 de julio de 2021

Mi amigo Antonio Ayala ha vuelto a ser víctima de ésa panda de salvajes que expresan sus discrepancias mediante las pintadas amenazantes, que es su forma de entender el diálogo en una democracia. Ahora le ha tocado el turno a su salón de Aspe. Antes lo fueron en otros locales de Novelda, que amanecieron, como ahora, con las puertas pintarrajeadas con las palabras: “Fuego a las casas de apuestas “ y Fuera de Aspe “. Sin que faltara, por supuesto que no, la consabida imagen del martillo y la hoz como identidad comunista de los autores de ésta acción tan incalificable como punible.

Amparándose en la nocturnidad y haciendo gala de la cobardía que les caracteriza estos energúmenos descubren la verdadera cara de su ideología, que no es otra que la de amenazar y tratar de amedrentar a quienes no comulgan con su dogmas y se salen de los cánones marcados por unas gentes que no pueden ocultar su apego al autoritarismo, al pensamiento único, al descalificar incluso mediante la violencia al oponente.

Actitudes tan reiteradas como injustificables merecen de castigos ejemplarizantes. No es admisible ni tolerable que un puñado de descabezados, cuya identificación no puede ser extremadamente difícil, sigan ensuciando la vida y los negocios de personas y empresas que se limitan a trabajar y cumplir con lo establecido. Todo lo contrario que éstos facinerosos.