El Foro Vasco del Juego ha cerrado filas para defender a la industria de la persecución mediática a la que está sometida. Un atosigamiento permanente que emerge desde ámbitos políticos y encuentra el eco apetecido en plataformas cívicas que siguen sus consignas. Como señalan desde el Foro la gran amenaza que pende ahora mismo sobre el sector radica en que desde las Comunidades se propaga un relato negativo respecto a la actividad que está calando y que hace que exista una especie de pugilato para comprobar que autonomía implanta más medidas anti-juego.
Venimos insistiendo en que una situación de éste cariz reclama de reacciones sectoriales meditadas y rigurosas, de contenido conceptual. Y así lo entiende el Foro que aboga por desmontar informaciones, mitos y leyendas que desvirtúan la realidad del juego mediante análisis y estudios objetivos realizados por instituciones independientes. Se propugna recurrir al “dato contra el relato” con la intención de clarificar, de cara a la opinión pública y las administraciones, la imagen real del sector, con sus aportaciones económicas para el mantenimiento de los servicios sociales, su generación de empleo y su voluntad de redoblar esfuerzos para lograr del juego una forma de ocio trasparente, segura y responsable.
La iniciativa es loable y no queda otra alternativa que está para tratar de paliar las campañas anti-juego. La aventura es complicada porque los prejuicios y las leyendas están ahí, incrustados con dureza en el ánimo político y social. Pero es imprescindible pelear, con la verdad por delante, para mostrar la cara del juego que es la gran desconocida públicamente. Por el intento hay que felicitar al Foro, animándolo y apoyándolo.