Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Valiente Vall

8 de julio de 2021

Sonó la hora de dejar atrás los complejos, levantar la voz, rebatir mentiras y hacer que resplandezca la verdad. El silencio es asumir las críticas, bajar la cabeza y replegarse en la cobardía. Y por ésos derroteros, vistas las ganas que algunos le tienen al sector, no se puede continuar. Hay que sacar pecho, armarse de valor y defender con energía y conciencia los intereses del juego,  tan atacados y vituperados desde frentes concretos. Políticos, claro.

Ha sido valiente Pepe Vall al cantarle las verdades del barquero al ministro Garzón. Un tipo con escaso trabajo y propenso a la destilación del odio no disimulado hacia el juego. Un personaje que no pierde oportunidad de descalificar la actividad y arremeter contra su empresariado. Vall ha puesto de manifiesto su ignorancia deliberada al tiempo que denunció su nulo sentido de la cortesía al no responder a la pretensión empresarial de reunirse con él. Este es el talante de servidores públicos que exhiben algunos de nuestros mandatarios.

Aplaudo con entusiasmo la reacción de Pepe Vall porque basta ya de agachar la cabeza y ponerse el sombrero. Hay que abandonar los miedos que han hecho enmudecer al sector durante años. Y conviene utilizar el arma de la dignidad empresarial, tan normal y aceptable en el juego como en cualquier otro ámbito, para defender con fuerza y coraje los maltratados intereses sectoriales. Admirable y oportuna la lección y el gesto de Vall. Que cunda el ejemplo.