Las aguas bajan revueltas por tierras de Galicia en lo tocante al juego. El sector se ha puesto en estado de alerta ante la pretensión de la Xunta de autorizar terminales de SELAE y la ONCE en los locales de hostelería con todo lo que ésta decisión implica para las explotaciones de máquinas.
Ahora que los establecimientos del juego privado permanecen clausurados para ejercer su actividad con motivo de la pandemia resulta que no existe impedimento alguno para que en Coruña se formen colas delante de quioscos de la ONCE para comprar cupones. ¿ Se está escenificando en Galicia el archiconocido sainete del juego bueno y juego malo que se viene utilizando con manifiesta reiteración para demonizar al juego privado ? Los últimos hechos que se están registrando por aquéllas tierras demuestran sin temor al equívoco que algo de ello hay, lo que explica la reacción muy airada del sector ante tales ataques.
Lo escribí recientemente y me reafirmo en lo que dije: No acierto a explicarme como un gobierno presidido por un político del talante y de la talla de Alberto Nuñez Feijoo, al que considero uno de los principales valores del PP, puede estar llevando a cabo unas acciones tan lesivas para el juego privado como las que están teniendo lugar en Galicia. Todo apunta hacia un proteccionismo máximo hacia el juego público y semipúblico en detrimento del privado. Una situación absolutamente anómala sobre la que el gobierno autonómico tendrá que pronunciarse con claridad y trasparencia. Porque la ofensiva contra los empresarios del sector, como dicen los taurinos, no tiene un pase.