Hay gentes en el sector, raras y escasas afortunadamente, que tratan con estudiada desconsideración a los medios especializados. Que eluden hacer declaraciones o hurtan la información. Y sin embargo experimentan una especie de éxtasis, de puro trance, cuando son requeridos por los medios generalistas. Y si se trata de la televisión entonces se entra en un estado de placer casi onírico. Estas convocatorias son para las personas que mencionamos el ascenso a su cima individual.
El resultado final de ésta presencia de las gentes del juego en periódicos, emisoras de radio o televisión suele saldarse, por lo general, con menciones fugaces de sus manifestaciones o dándole la vuelta a las mismas para sacar la punta del escándalo. Y por supuesto que previo atizamiento al sector de críticas desaforadas y encendido a todo trapo de la mecha de la alarma social que es lo que vende y se difunde.
Es triste ésa animadversión con la que algunos distinguen a los medios especializados. En contraste con la afabilidad que dispensan a los que posteriormente los ponen a parir y hasta se ensañan con todo lo que representan.
Y en todo esto subyace, creo, ése inveterado complejo de inferioridad que como dijo mi abuela todo seguirá igual, porque sarna con gusto no pica.
Así que continuemos.