Jaume Roures es supermillonario, catalán separatista y comunista por más señas. O sea que lo tiene todo el tío. Fue en su momento dueño de la Sexta la cadena televisiva roja hasta las cachas, y la vendió sacando un pastizal de la operación. Puso en marcha el diario Público, para ganar en izquierdismo a El País, fracasó en la aventura y mantiene la cabecera en internet, púlpito periodístico de identidad podemita desde el que se trabaja por la independencia de Cataluña y por acabar con lo que entendemos por España. O sea que estamos delante de un personaje, por su propia imagen física, que me atrevería a calificar tan siniestro como abominable.
El tal Roures es muy rojeras pero cuando se trata de sacar pasta se mete en todos lados. Intentó hacer negocio con las apuestas online a través de la telefonía móvil y no le salió la jugada, en la que perdió lo suyo, ¿ y saben cual ha sido la reacción del tipo ?.
Pues el tipo, a través de su medio Público, ha cargado con saña desmedida contra las casas de apuestas: Recurriendo a las barbaridades y mentiras propias de los podemitas: que si el cáncer del pueblo, que si la ruina de las familias, que si los tópicos nauseabundos de siempre. ¿ Hubiera hecho lo mismo de salirle redonda la jugada de su negociete? Hombre uno ingenuamente piensa que no. Esta es la catadura moral de los tipejos de ideología podemita, que no hacen ascos ni mucho menos al trincamiento de millones, pero que no guardan el menor decoro llegado el momento de mentir, manipular y encabronar al personal para conseguir sus sucios propósitos. Una panda de tipejos indeseables.