Es actitud recomendable la que exhibe en éstos momentos el sector. No dejándose intimidar por posibles amenazas, ni cayendo en la depresión propia de los que se ven superados por un ambiente manifiestamente hostil y nada tranquilizador. El sector está enfrascado en lo suyo, que es trabajo, inventiva, ilusión por competir y triunfar, ofrecer al amplio mercado del entretenimiento productos más depurados y pisar fuerte en un camino de superación colectiva que es sinónimo de vida y fortaleza.
Mientras el juego mantenga su dinamismo presente, su compromiso con el ejercicio de la responsabilidad empresarial y sus legítimas aspiraciones de contribuir de manera razonada y solvente al fomento del entretenimiento colectivo saldrá adelante. A pesar de la toxicidad política y mediática que trata de menoscabarlo. A pesar de los ataques tendenciosos y de la basura que suelen arrojarle aquéllos que deberían de empezar por cuidar más su higiene. La corporal y la moral.