Llevamos consumido más de medio año 2019 y la verdad es que éste período se ha hecho pesadito, fastidioso, desagradable en ocasiones. Y no hace falta que les enumere las causas por las que el juego se ha visto obligado a vivir unos meses agitados y por ello poco gratos. Esta situación hace que lleguemos a finales de julio con la gasolina anímica muy justita y tengamos la necesidad de repostar y llenar el depósito a tope para ver si volvemos con la moral más alta y bríos renovados.
Es conveniente hacer un paréntesis para limpiarnos las telarañas que nos dificultan la visión y tratar de esclarecer un paisaje, el del juego, que nos quieren pintar sombrío aunque no lo es, y sobre el que los pintores de brocha gorda, con poco oficio y evidente tosquedad, dibujan sus chafarrinadas.
Es hora de tumbarse al sol, sin quemarse, de dejar atrás sinsabores y jugadas sucias, que no han faltado y tomar fuerzas, si es posible, para la vuelta. Hasta luego y que ustedes lo disfruten si pueden. Y si no, otra vez será.
