Cuando hay que presumir se hace y sanseacabó. Y lo hago para decir, bien alto para que se me oiga, que EXPOJOC, aparte de ofertar un escenario idóneo para la exhibición de productos, plantea propuestas novedosas que nadie hace. Como la de ayer que consistió en promover una jornada dedicada a los recursos humanos en el juego. En la que se dijeron cosas de fuste y se abordó un tema crucial para la marcha de las empresas como es la potenciación de su capital humano. Una jornada de enjundia, con presencia de expertos en la materia y propagación de ideas en torno a los valores del liderazgo, de la formación y comunicación, del papel de las nuevas tecnologías en la gestión. Todo un despliegue de ideas puestas al servicio de un sector del juego, de una industria que debe persistir en su objetivo de acrecentar los recursos humanos y facilitar herramientas para su mayor capacitación.
En ésta ocasión fue el tema de la profesionalización en las empresas. En otros han sido los desayunos sectoriales para tomar el pulso de las regiones y analizar problemas y brindar soluciones. Y luego están los talleres de EXPOJOC, ventana abierta para analizar con precisión las nuevas opciones que se plantean para la industria. Y el concurso de ideas que ha servido para aportar alternativas audaces que nacen del sentido más innovador y creativo.
Son planteamientos inéditos hasta hoy los que formula la inquietud de José Ignacio Ferrer a través de un vehículo llamado EXPOJOC, que lleva siete años deslizándose por una autopista de éxito creciente. Y por la que seguirá discurriendo pese al intento de algunos de pinchar sus ruedas. Para las que siempre tendremos repuestos.