Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Actividad normalizada

27 de febrero de 2019

Estuvo valiente y preciso el presidente de EJUVA, Julián Sánchez, cuando al recibir el premio FOTUR por sus cuarenta y dos años dedicados al bingo dijo que ya estaba bien de tratar a su subsector como a un juego de tercera. Un juego que explotan 59 salas valencianas, que reportan a la Generalitat 44 millones de euros y que da empleo a 1.800 trabajadores. Con éstos datos encima de la mesa, ¿es admisible semejante tratamiento? Es lo que denunció y lamentó Sánchez con cifras que hablan por sí solas y que radiografiarán, a grandes rasgos, el impacto económicosocial de la actividad.

Le asiste toda la razón a Julián Sánchez al poner el dedo en la llaga sobre el grado de consideración que dispensa al bingo la administración. Que es más bien poco, propio de un negocio de tercera fila del que conviene huir por una supuesta higiene moral. Pero éste trato, de tercera, no es, desgraciadamente, privativo del bingo porque se extiende a todo el juego en general. La administración no renuncia a su recaudación, a su voracidad fiscal, a su apretar el cuello al empresario. Ahí se muestra presta e insaciable. Pero no se muestra ni diligente ni considerada a la hora de enjuiciar y valorar la actividad. Que no quiero que sea de primera, que lo es como cualquier otra. Pido que se catalogue con idéntica normalidad que se dispensa al resto de la industria. Ni más ni menos.