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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Las mujeres al poder

30 de noviembre de 2018

Vivimos en una época de feminismo intenso y persistente. En ocasiones exagerado y cargante por lo reiterativo. Lo cierto es que la mujer va adquiriendo cada vez mayor protagonismo en todos los planos proyectando con fuerza su figura en la esfera social, empresarial y política. Eso es así pese a las posturas de algunas feministas que hacen un flaco favor a la causa.

Cuando el juego se legalizó en España la presencia de la mujer se produjo, en el plano estrictamente laboral, al bingo, que en los años de la apertura dio bastante empleo. El desempeño de tareas directivas por parte de mujeres en dicha época resultó muy limitada. Con el paso del tiempo coincidiendo con la escalada de la mujer hacia puestos de responsabilidad en todos los ámbitos, el juego también ha sido escenario de ésta progresiva irrupción de las féminas.
Quizás tendrían que ser más, porque todo es susceptible de mejorar, pero a día de hoy las mujeres van ganando terreno en el juego español. Escalando peldaños y ejerciendo tareas y responsabilidades de la máxima enjundia. Adquiriendo mayores competencias y poder de decisión. Y esto es saludable y síntoma de normalización sectorial.

Cuando hablo de éste tema tengo que aludir a casos paradigmáticos, como es el de Vicky Cristescu, empresaria desde la hora inicial del juego, a la que he visto trabajar, recaudar, dirigir y desvivirse por su grupo sin importarle ni horas ni esfuerzos. Y en otra secuencia los de Manuela Jiménez y María José Gallardo, que fueron escalando peldaños en sus compañías hasta llegar por méritos y entrega al más alto nivel ejecutivo. Son tres ejemplos, merecedores de mi mayor afecto los tres, que han hecho senda por la que hoy transitan una nómina de mujeres que aportan preparación, conocimientos y sensibilidad al sector del juego. Que cunda el ejemplo.