Paco y Teo, los Pallás, son emblema del recreativo valenciano. Ejemplo de una familia que lleva medio siglo dedicada con pasión a la actividad y que conserva intacta la ilusión del primer día. Aquél ya lejano en el que Paco, un Paco muy joven y luchador, se puso al frente de un salón con futbolínes y ahí nació el germen de una empresa, Recreativos Saetabis, que es sinónimo de seriedad y garantía de buen servicio.
Paco Pallás, empresario de diversas actividades y con negocios en múltiples frentes, profesa una devoción muy especial por dos de ellas: la agricultura y el recreativo. Y la primera, traducida en unas naranjas que son oro de ley, es producto del potencial de la segunda, dos pasiones que se unen y complementan y con las que los Pallás han obtenido dos frutos fundamentales: rendimiento y respeto. Dos bienes que han podido recolectarse a base de mucho trabajo, seriedad y deseos de evolucionar.
Medio siglo ha cumplido Recreativos Saetabis y Paco sigue, allí y en la presidencia de Andemar, como si acabara de iniciar su tarea. Con ésa pasión y dedicación propia de quién ha hecho del recreativo una parte sustancial de su existencia, a la que se entrega con generosidad porque en ésas tareas está su razón de ser y sentir, de disfrutar de una vida plena donde el trabajo enlaza con la salida del sol cada mañana.
Los Pallás, Paco y Teo, están dejando paso a una nueva generación llamada a proseguir su obra. Ellos tienen todavía cuerda para rato y voluntad de perdurar en lo que siempre han hecho: apasionarse por todo aquello que guarda relación con unas máquinas que han marcado, venturosamente, el eje de sus vidas. Los Pallás, amigos, y banderín para engancharse al más auténtico y singular recreativo valenciano.
