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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

La perra de las adicciones

27 de septiembre de 2018

Me parece justo y necesario     que se atienda el problema de las adicciones. Y que se pongan a su servicio en materia de juego iniciativas y medios para mitigar sus efectos. Las instituciones están llamadas a combatir, mediante programas de rehabilitación, cualquier tipo de adicciones. Hasta aquí no cabe discusión y sólo queda apoyar las medidas que se adopten.

Otra cuestión muy distinta es que se enarbole la bandera de la adicción al juego para atacar frontalmente al sector, para sumirlo en el descrédito, para provocar deliberadamente la alarma social. Y es más grave todavía que esta estrategia condenatoria parta de supuestos falsos, que desmesurando el problema y tiñéndolo poco menos que de apocalíptico.

Si se ha demostrado con datos analíticos, que el porcentaje de las adicciones al juego en España es inferior a la mayoría de países del entorno. Que el asunto preocupa y reclama atención y vigilancia. Pero que en modo alguno enciende las luces de alarma. Entonces, ¿a que viene hablar tanto de juego patológico, de peligro social, de lacra y de equipararlo con la drogadicción? ¿Quién alimenta esta perra machacona con la que nos desayunamos un día si y otro también?.

Sabemos de donde vienen los tiros y quién los dispara. Contando, claro que si, con la complicidad directa de unas asociaciones de rehabilitados que viven de parar el cazo y de sacarles dinero a los empresarios a los que luego ponen en la picota. Este es el cuadro vergonzoso de una manipulación grosera.