Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

María José

24 de septiembre de 2018

Sobra el apellido y así ahorramos palabras. María José sólo hay una en el juego español. Visible, presente y con la imagen en la pantalla de la actualidad, del trabajo, de la opinión y de la defensa de un sector que la apasiona y al que ama. Al que ha dedicado la flor de la juventud y una madurez atesoradora de experiencias, creatividad y entrega, y también de reveses que no han faltado, y que han servido para fortalecerla en lo más íntimo.

María José, toda una vida entregada desde el escenario universitario a la fábrica de los FRANCO, es sinónimo utilizable de fidelidad a una empresa y de compromiso con ella. Un compromiso dilatado que nunca logró hacerla caer en la inercia o reducir su espíritu de lucha. Un compromiso que es identificación con una idea, una filosofía y una manera de entender al sector y de integrarse con él que han servido para granjearle notoriedad y afectos, con los que cuenta y que son múltiples.

María José ha tenido el nervio suficiente para reinventarse así misma, para ser María José y salvar escollos y no arredrarse ante los ataques, por traicioneros que fueran. Y en Torremolinos volvió a repartir sonrisas y optimismo, que son los reconstituyentes del alma. Levantó la voz para proclamar la verdad del sector y recordarle que no ha sabido difundir sus valores. Y sugirió un cambio de rumbo, necesario y urgente ahora mismo.

María José Gallardo, ahora sí nombre completo, sentido y sensibilidad y flor radiante del juego.