María José Gallardo asumió días pasados la presidencia de ASESFAM con una misión primordial: ocuparse de la evolución y el futuro de las máquinas recreativas. De su subsistencia en hostelería y la necesidad de adquirir nuevos bríos, inyectándoles chispa y poder de atracción. El encargo se las trae por las dificultades que entraña. Conviene ser realista y certificar que estamos delante de un asunto que tiene mucha trascendencia y desprende complejidad. Dando por sabidas éstas circunstancias la elección de María José permite albergar tranquilidad: el tema está en buenas manos, porque conoce a fondo lo que se guisa y sus ingredientes, ha sido partícipe directa de recetas de éxito y domina todo lo relativo a las tripas de las máquinas. Por si ello no bastara le acompañan en la aventura nombres solventes: Josep María Casas, Carlos Duelo en la trastienda y Alejandro de Rafael.
María José Gallardo ha dedicado una parte crucial de su existencia a R. FRANCO, que es igual que decir a las máquinas y todo el universo tecnológico que entrañan. Recién licenciada en física entró en el Grupo y su juventud primeriza y prometedora está desde entonces ligada a las máquinas, a su análisis y a la contribución y búsqueda de fórmulas de éxito para las mismas. Que en FRANCO han sido sonados en casos concretos y han escrito páginas que perduran en el recuerdo del recreativo español.
Aquí milagros no hace nadie. Y partiendo de éste sentido realista de la cuestión lo que sí resulta esperanzador es depositar la confianza en la defensa de las máquinas en personas que las conocen a fondo y están comprometidas con ellas. Y María José Gallardo responde como pocas a ése perfil. Su identificación, su pasión por las máquinas han llenado y llenan una parte crucial de su existencia profesional y han tocado hasta sus fibras más íntimas. Esto me consta. Y su nombramiento llega tras una larga travesía, no siempre plácida ni exenta de duros y en ocasiones injustificados reveses, que le han servido para hacerse fuerte, vencer obstáculos y continuar reforzando sólidos lazos con FRANCO y las máquinas. Esta ha sido y es parte de su vida. Adelante, pues, con la aventura recién estrenada.