En el último número de SECTOR publicamos un reportaje sobre la constitución de la Federación Europea de Asociaciones de Bingo ( EUBINGO ) que se produjo en Bruselas en enero de 2006 y donde estuvo nuestra revista como invitada exclusiva al acto. La Federación nació a instancia de Reino Unido, que ahora ha dicho adiós al espíritu europeísta, y España, y a la misma se sumaron otros países. Firmaron el protocolo del acuerdo Sir Peter Fry, que había sido parlamentario británico, y José Luís Iniesta entonces presidente de CEJ. El primer mandato lo asumió Fry y seguidamente quién a la sazón ostentaba el liderazgo de la patronal española del sector que era Javier Franch Cardona. Que ha sido el primer compatriota que ha estado pilotando la defensa del bingo europeo.
Es de justicia que éste dato se conozca, ahora que EUBINGO es un recuerdo ambicioso y que merecía la pena que hubiera cuajado, porque en el período en que Franch permaneció al timón de éste ilusionante proyecto europeo trató de superar las tremendas barreras legales que imponen los burócratas de Bruselas, intentó llevar la problemática fiscal del bingo español a sus tribunales, con el apoyo jurídico de Juanjo Sánchez Colilla, y peleó lo que le dejaron para traerse algo positivo para el bingo.
Javier Franch, capitán de la CEJ de EUBINGO y AEJEA ,en su momento, desplegó su papel como ha sido una constante a lo largo de su dilatadísima trayectoria empresarial, caracterizada fundamentalmente por ser uno de los principales pioneros del asociacionismo en España: con mesura, con talante conciliador, tratando de construir y no de dinamitar, y sacando la energía cuando es preciso para poner el puño y el orden sobre la mesa.
Me unen al capi Franch muchas vivencias, anécdotas para dar y vender y un buen rollo relacional que se mantiene vivo a través de los años, las relaciones y las confidencias. Aún recuerdo el día de su adiós como presidente de CEJ: palabras surgidas de lo más hondo de la emoción y ojos brillantes. El nudo que me pusiste en la garganta todavía lo evoco. Aquí, los espíritus sensibles se abrazan.