Felicitaciones. Enhorabuenas. Palabras de reconocimiento por un éxito indiscutible. No había necesidad alguna de preguntar. Eran los propios fabricantes, comerciales, distribuidores y operadores los que salían al paso para manifestar su satisfacción por el resultado del evento. Los correos electrónicos con parabienes sinceros y emocionantes han sido numerosísimos. Las peticiones de renovar su compromiso con el certamen unánimes.
Confieso que a mí me han llegado de rebote ésta catarata de muestras de aprobación y refrendo. Lógica si tenemos en cuenta que mi participación es mínima. Todas se han dirigido al verdadero artífice de la obra de EXPOJOC, que es José Ignacio Ferrer, que en la cuarta edición de la muestra ha demostrado con creces como se pueden superar limpiamente retos y expectativas.
¿Y esto como se consigue? Haciendo bien las cosas, con seriedad e ilusión. Personalizando la atención a los expositores, atendiendo sus sugerencias y procurando hacer del detalle una norma de actuación. Eso se lo ha trabajado muy a fondo José Ignacio y los resultados han estado a la vista de quién los ha querido ver: Un EXPOJOC 2016 a rebosar de público, de ambiente y oportunidades de negocio con un sello propio y distinto, con un aire renovado y con ideas y propuestas encima de la mesa. EXPOJOC se ha salido del carril de la inercia y ha buscado otras vías más sugerentes para potenciar la industria española del juego. Que ha respondido a su llamada desde las diferentes comunidades autónomas.