El mundo y quienes lo ensalzamos o denigramos con nuestras acciones es una grandísima caja de sorpresas. Las hay de todos los colores. Unas nos hacen reafirmar nuestra fe en las gentes que ofrecen a diario pruebas aleccionadoras de su capacidad para crear, maravillar y asombrar. Gentes que cultivan la obra bien hecha, el trabajo a conciencia, la perfección de una idea, la imaginación puesta al servicio de los demás. Otras por el contrario fomentan la desilusión o el pesimismo ante la manipulación de los sentimientos colectivos, el cinismo como mercancía social, la ausencia de escrúpulos en los comportamientos. Son el reverso y el envés de lo que acontece en el mundo cotidiano tan plagado de sorpresas.
Dejemos las reflexiones en voz alta y pasemos a la sorpresa que interesa. Que no será una porque son múltiples y todas positivas. Y para ello ponemos el foco informativo del máximo interés en la próxima edición de EXPOJOC 2016. Porque éste año EXPOJOC puedo anticiparles que deparará sorpresas de magnitud considerable. Y lo hará en forma de presentación de productos inéditos que desfilarán por vez primera ante los operadores en las instalaciones de Feria Valencia. El no desvelar por el momento los fabricantes y sus creaciones añade incertidumbre a las buenas vibraciones que estamos seguros se producirán cuando los stands muestren su oferta al público.
Pero no acaban ahí la estela de las sorpresas reservadas por EXPOJOC 2016, que en la próxima edición alcanza su madurez plena, su asentimiento definitivo y esplendoroso que promete echar nuevas raíces de las que se irá robusteciendo, felizmente, el tronco primitivo que alumbró el certamen y que mantiene su luz en todo lo alto. Porque habrán sorpresas para el mundo de las empresas, de las ideas y de los procedimientos; para las iniciativas destinadas a inyectar frescura y atractivos al juego. Y sorpresas también, que resultan absolutamente imprescindibles, para amenizar la existencia con un soplo de alegría poniendo en solfa un conjunto de vituallas y copas que ayudan a hermanar, comprender y acercar. A poner calor y temperatura humana en el círculo de nuestras relaciones.
La gran y fundamental sorpresa de EXPOJOC 2016 proviene de la imaginación caudalosa de su promotor, José Ignacio Ferrer, empeñado en que todos los que asistan al evento queden sorprendidos al percatarse de que invirtieron acertadamente su tiempo dedicado a Valencia, por lo que podrán ver, por los amigos que encontrarán, por las iniciativas a recoger y por lo estupendamente que lo disfrutarán todo. Esta será la principal sorpresa anticipada.