Los caballeretes de Podemos, liderados por don Pablo Iglesias, aseguran que son el partido de la gente y presentan por ello un gobierno para la gente. Ante semejantes declaraciones uno se queda un tanto perplejo, desconcertado, y le asaltan las dudas. ¿ Yo estoy entre la gente mencionada ?. ¿ De qué gente hablamos?. Que uno sepa hay gente rica, gente jubilada, gente pobre, buena y mala gente. ¿ Caben todos en el saco de los podemistas o es preciso hacer una escabechina, o una selección para ser más finolis, o aquí la gente somos toda la tropa nacional sin distingos?.
La verdad es que éstos tíos me han creado una confusión mental de la que no logro salir por mucho empeño que pongo en el intento. Quieren gobernar para la gente pero no anticipan que tipo de gente. Y conociendo de antemano su ojeriza a los votantes de la derecha, a los que suelen piropear alegremente motejándolos de fascistas; sabiendo de su inquina a los ricachones y los banqueros; teniendo noticias de su odio africano hacia el clero y sus pastores; estando al tanto de su absoluto desprecio hacia aquéllos que no piensan como ellos, me quedo a cuadros. ¿ Pero cuantos millones de españolitos marginan del conjunto de lo que llaman gente estos podemistas ?. Habrá que echar cuentas y comprobar que sectores sociales consideran gente, su gente, y llegar a la conclusión de que el resto vamos a estar, llegado el caso, pero que muy jodidos.
En el colmo del caso mental en el que han tenido a bien de sumirme los podemistas me continúan surgiendo incógnitas, nieblas en el pensamiento, y experimento la sensación de que he vivido estafado por unos tipos que me han gobernado durante años pero no lo han hecho para la gente. Estos facinerosos, corruptos, fachas y desalmados que se tildan de populares han estado solo al servicio de los ricachones, de los Amancio, Juanito, Florentino y compañía que ni crean empleo ni hacen otra cosa que embolsarse en sus bolsillos miles de milloncetes.
No obstante, mientras alguien no me clarifique con nitidez para quién piensan gobernar los de Podemos déjenme que sea libre, por ahora, de sentir sudor frio, canguelo, diarrea y otras alteraciones fisiológicas si tocan poder los tíos de la gente. No sabemos, todavía, que gente. Pero lo imaginamos.