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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

FEJBA y CEJ condenadas a entenderse

19 de enero de 2016

El bingo tiene que tratar de despegar introduciendo alternativas renovadoras en su oferta. Aquí lo de renovarse o morir es un imperativo del que depende el futuro del negocio. Para ello, los actores principales del problema a resolver, que son los empresarios, deben auspiciar ideas y fomentar el debate.

La iniciativa de FEJBA de explorar sendas que lleven al cambio es acertada. Y lo es doblemente al pulsar a las administraciones para conocer sus posturas al respecto. Porque lo cierto es que cualquier avance hay que supeditarlo a la voluntad política de los reguladores. Alabando el paso dado por la Federación que lidera José Ballesteros surge la pregunta: ¿ Debe sumarse al proyecto y participar de forma activa la Confederación que encabeza Fernando Luís Henar ? Y la respuesta no puede ser más que afirmativa.

Ante reivindicaciones que entran de lleno en lo que podría desembocar en un nuevo marco de negocio para el bingo es imprescindible la fuerza de la unidad. La prevalencia de un sentido unánime de mejora que deja de lado diferencias soslayables para defender el interés común. Cuando la ocasión lo requiere, y ésta que citamos pensamos que así lo demanda, la suma de energías empresariales y la aportación de ideas son requisitos ineludibles para tratar de obtener los objetivos propuestos.

FEJBA promueve la jornada y ha invitado a la participación de CEJ en la mesa empresarial. Es un paso adelante que debería aprovecharse para acuerdos de calado al margen de éste acto puntual. Que insistimos tiene que trasmitir la imagen de una patronal que cierra filas cuando tocan a rebato. Y el bingo viene tocando desde hace mucho, demasiado tiempo.

Quiérase o no, entre otras razones porque el subsector no es excesivamente grande y sus posibilidades de evolución están definidas, las dos patronales están condenadas a entenderse. Pueden navegar con rumbo propio si lo prefieren. Elegir rutas diferentes o puertos distintos para recalar. Pero al final de la travesía el horizonte de futuro a descubrir será idéntico. O con ligeras, mínimas trasformaciones en su escenografía. Que no es otra que la oferta de las salas.