La lentitud administrativa es uno de los términos incluidos en el glosario “plañidero” del sector. Un proceso similar a una carrera de obstáculos dónde después de sortear miles de barreras, y pensando que la meta está cerca, aún queda el paso por el socavón del lodo. Para desesperación de operadores y fabricantes, quiénes no pueden actualizar la oferta de juego. Y si a eso añadimos los distintos estratos procedimentales, capas y más capas de burocracia para los subsectores, este milhojas acaba siendo indigesto.
Pero a estas que llega Aitor Uriarte, aspirante a Master Chef del sector y hábil en los fogones regulatorios. Informa de la preparación de un reglamento “integrador”, aglutinando aspectos transversales de las actividades de azar (bingo, casino, salones, máquinas, apuestas y rifas). Requerirá cocción lenta pero de antemano promete. “Cuánto más simplifiquemos la labor del sector mejor será la relación con el sector”, ha dicho Uriarte. Declaración de intenciones para un texto facilitador y homogéneo en los temas fundamentales de nuestra industria.
Integrador, coherente y combinado, son los ingredientes usados por Uriarte para que el tenedor no acabe pinchando en el plato. Una de las medidas que más me ha sorprendido es la conversión de permisos. De hostelería a salón y viceversa. Dimos buena cuenta, en exclusiva como siempre, de esta noticia la cual ampliaremos próximamente. Además introduce distancias mínimas entre locales, independientemente de la actividad a la que se dediquen, punto de fuego exacto para no quemar la oferta y que acabe sobresaturada.
Como ocurriera con la normativa de Castilla-La Mancha, pionera en la concepción de un local de juego “global”, Uriarte puede poner una pica en el terreno de las legislaciones modernas. Falta conocer la opinión de los empresarios y el texto final. Pero no hay que negar al bueno de Aitor, veterano en nuestro negocio, su voluntad por evitar el colesterol administrativo potenciando la dieta sana a base de unificar y optimizar el trabajo de los comensales del sector. Que son ustedes. Que somos todos.