Llevo sesenta años de ejercicio periodístico, repartido entre varias cabeceras de medios generalistas: Las Provincias, Levante y El Mundo entre otros, y los dedicados a SECTOR DEL JUEGO que ya son muchos. He publicado por tanto miles de artículos, recibiendo algún que otro premio por mi labor. Y a lo largo de tan dilatada dedicación me han llegado felicitaciones por determinados trabajos, quizás menos de los deseados, y tampoco han faltado las críticas airadas.
En ocasiones redactas un artículo laudatorio sobre determinada persona o empresa y la reacción o es meramente protocolaria, o es tibia y en muchos casos ni siquiera se produce. Todo lo contrario de lo que me han venido demostrando, a lo largo de muchos años, la familia Sanahuja propietaria de MGA. Empezando por don Jaume que ante cualquier mención hacia él o su empresa procedía con inusitada rapidez expresando su gratitud con sentidas palabras y continuando ahora con el proceder de sus hijos, Joan y Enric, que han recogido el legado de su progenitor en cuanto se refiere al sentido de la cortesía que en ellos es proverbial.
En fecha reciente aborde la importancia del Museo SANAHUJA y la ingente tarea desarrollada por don Jaume para levantar un espacio cultural único por recoger parte de la historia del juego desde sus umbrales y exhibir un valioso conjunto de piezas que simbolizan toda la grandísima evolución de la industria en materia creativa y tecnológica.
A raíz de mi comentario los hermanos Sanahuja me expresan con bellas palabras de amor hacia la figura de su padre su iniciativa de incorporar el editorial de SECTOR DEL JUEGO al Museo colocándolo en lugar destacado. Por éste gratísimo motivo quiero trasladar a Joan y Enric Sanahuja mi gratitud eterna por detalle tan considerado. Al tiempo que les digo que por modo de comportarse social y humanamente, por saber estar y actuar y por su sentido de la caballerosidad son dignos herederos de su progenitor. Que sin duda estará más que orgulloso de ello.