La situación de la Liga española, bajo la dirección de Javier Tebas, refleja un contraste notable entre la accesibilidad del contenido y la audiencia que logra captar. Mientras que en países como el Reino Unido los aficionados pueden disfrutar de los partidos de la Liga de manera gratuita a través de casas de apuestas, en España los precios para acceder a la totalidad de los encuentros son prohibitivos, alcanzando casi los 100 euros mensuales.
Este aumento en los costos ha llevado a una disminución en la audiencia española, lo que contrasta con la estrategia de expansión internacional que ha tomado la Liga. A pesar de que se han hecho esfuerzos por aumentar la visibilidad de la competición en el extranjero, como el acuerdo con una televisión pública china para transmitir partidos en abierto, la realidad económica de la Liga no se refleja en un aumento de ingresos para los clubes. De hecho, los fondos distribuidos a los equipos han disminuido en comparación con temporadas anteriores.
La política de precios altos y la falta de accesibilidad para los aficionados locales parecen estar en desacuerdo con el objetivo de la Liga de mantener y aumentar su popularidad tanto a nivel nacional como internacional. La reducción en los ingresos por derechos televisivos, a pesar de una expansión en el número de acuerdos y la búsqueda de nuevos mercados, sugiere que las estrategias actuales pueden necesitar una reevaluación para lograr un equilibrio entre la rentabilidad y la accesibilidad para los aficionados.