La reciente promulgación de la Ley 7438 por parte del presidente de Paraguay, Santiago Peña, representa un avance significativo en la regulación de los juegos de azar en el país. Esta normativa busca combatir de manera efectiva la explotación clandestina en el sector, un problema que ha crecido con el auge de las plataformas digitales.
El fortalecimiento de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) es un aspecto clave de esta ley, ya que le otorga nuevas herramientas para bloquear y controlar las señales de juegos ilegales. La inclusión de penas de hasta cinco años de prisión y la incautación de equipos utilizados en actividades ilícitas subraya la seriedad con la que el gobierno paraguayo aborda esta cuestión.
La ley también introduce un sistema de licencias dividido en tres categorías, lo que permitirá una mayor regulación y supervisión de la industria, así como la promoción de una competencia más equitativa entre los operadores del sector. Al desmonopolizar la industria, se espera que se genere un entorno más dinámico y accesible, beneficiando tanto a los oferentes como a los consumidores.
Además, la dependencia de Conajzar de la Dirección Nacional de Inteligencia y Tecnología (DNIT) proporciona un marco operativo más robusto, lo que podría traducirse en una implementación más efectiva de las regulaciones. La protección de los menores de edad es otro de los puntos cruciales abordados por la ley, lo que refuerza el compromiso del gobierno con el bienestar social.
En resumen, la Ley 7438 no solo moderniza la regulación de los juegos de azar en Paraguay, sino que también responde a las demandas de un mercado en constante evolución, proporcionando un marco jurídico que se adapta a las realidades actuales y futuras del sector.