Julián Sánchez es el presidente de EJUVA, la asociación empresarial del bingo valenciano. Lleva muchos años en el cargo y la tira de ellos siendo directivo de casi todas las juntas de la entidad. Es por tanto un veterano acreditado en estos menesteres. Regenta el Bingo LA BOLERA, de Benetúser, que es un emblema del territorio y sus aledaños por tiempo de funcionamiento, por tradición y por el cuidado puesto en la sala y en sus servicios que son modelo de bien hacer, con destacado protagonismo de la hostelería.
Andaba Julián por tierras de Ávila con motivo del Congreso de Juego de Castilla y León cuando le pilló por sorpresa el zarpazo de la riada en Valencia. Volvió como pudo a su lugar de residencia y se encontró con que el azote del agua desbordada había tocado muy seriamente las instalaciones de LA BOLERA. Y puso manos a la obra de tratar de reparar tanto estropicio, tantísimo daño provocado en personas y enseres.
Julián no es una excepción dentro del juego valenciano. Son numerosas las empresas operadores que se han visto azotadas por la tragedia. Que han visto afectados sus locales, que han tocado sus negocios dejándoles en situación más que precaria. Los daños ocasionados al juego de la provincia de Valencia han sido múltiples y graves y a su recuperación habrá que darle tiempo y medios. Una travesía larga que no se recorrerá sin contar con las ayudas imprescindibles y urgentes.
Julián Sánchez y el Bingo LA BOLERA simbolizan en su persona y su sala el infortunio caído sobre una sociedad civil valenciana que ha sido objeto de la más tremenda de las hecatombes y entre la que el juego privado también ha sido muy duramente penalizado por lo que queda a la espera de las reparaciones oficiales. La solidaridad del pueblo brotó espontánea desde el minuto uno. Que los políticos tomen buena nota.