Para remarcar la importancia social y económica de este sector en Castilla y León, cabe destacar que más de 450 empresas de la Comunidad se dedican actualmente al juego, que dan trabajo a unas 2.000 personas. Las arcas autonómicas ingresan anualmente una cifra cercana a los 61,2 millones de euros en concepto de tasas e impuestos al sector, que van directamente dirigidos a mantener y mejorar los servicios públicos prestados por la Comunidad Autónoma en materias como la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales.
Tal y como ha detallado Irene Muñoz, en la actualidad hay en activo en esta comunidad autónoma un total de 3 casinos, 17 bingos, 116 salones de juego y 17 casas de apuestas (además de diversas zonas y córners de apuestas en los anteriormente relacionados). Además, existen 16.138 bares, cafeterías y restaurantes en Castilla y León que cuentan con autorización para instalar máquinas de juego recreativas con premio en metálico, conocidas técnicamente como tipo B.
En la actualidad, hay 11.701 máquinas en funcionamiento: 11.303 de las referidas tipo B, 12 de instalación exclusiva en casinos (tipo C), 128 basadas en el juego del bingo (tipo E), y 248 basadas en otros juegos distintos al del bingo y exclusivas de establecimientos específicos de juego (tipo E1).
Por otro lado, en la actualidad hay 1.068 personas inscritas en el registro de prohibidos de Castilla y León, y que no tienen permitido el acceso a los establecimientos específicos de juego de esta Comunidad Autónoma, por cuestiones relacionadas con el consumo problemático, ya sea por voluntad propia o en cumplimiento de una resolución judicial. La protección de estas personas es fundamental para la Junta de Castilla y León y los sectores del juego privado, siempre comprometidos por garantizar el funcionamiento normalizado e inocuo de esta actividad económica, y evitar problemas indeseados de salud pública.