Han pasado los años, una década que se dice pronto, y volvemos al reencuentro con EXPOJOC 2024. Un trayecto en el que no han faltado piedras en el camino, incluso rocas, que se han ido sorteando por parte del inventor del asunto, José Ignacio Ferrer, teniendo capacidad para encajar golpes bajos y energía para sobreponerse y seguir las líneas trazadas. EXPOJOC acude un ejercicio más a su cita anual por contar con empresas que vienen apoyando el certamen desde su inicio y no han cesado de prestarle su aliento. Y porque hay fabricantes y operadores que, contra viento y marea, han mostrado fidelidad y la mejor predisposición para respaldar una edición tras otra la iniciativa. Punto y aparte para el bingo nacional y valenciano que son prueba ejemplar de una identificación plena con la convocatoria y con los que la promueven, renovando así un testimonio de colaboración y amistad francamente encomiable.
De los avatares negativos que han incidido sobre EXPOJOC en varias y sonadas ediciones mejor ni hablar. En algunos casos obtuvieron el resultado contrario al esperado: redoblaron la concurrencia de expositores y público hasta desbordar todas las expectativas. Lo dicho: hay que pasar página y remitirse a la realidad actual que es el mantenimiento del certamen, vivo y peleón, en el anuario del juego español.
¿ Que utilidad tiene éste relato ? Sencillamente recordar que EXPOJOC está de pie y con la cabeza levantada. Lista para extender los brazos de la cordialidad y recibir a sus amigos de siempre con el ánimo de compartir una experiencia más. Que garantizo estará presidida por la cordialidad que ha sido uno de sus signos de identidad y por el debate abierto a las opiniones más diversas. Todo ello en el marco espléndido del Hotel The Westin de Valencia que es un lujo de hospitalidad bien concebida. Nunca hay que pensárselo: EXPOJOC 2024 es una oportunidad que no defrauda para ver, oír y disfrutar del sector y sus alicientes. Que son múltiples.