Alerta: bingos por Whatsapp

| 24 de octubre de 2024

Frente a la crisis económica que atraviesa el país, el venezolano recurre entre otras opciones a los juegos de azar, con la finalidad de obtener ganancias, aunque inseguras debido a los bajos porcentajes de victoria.

Hace un mes, Cinzia Menesex vio en un estado de redes sociales, una nueva forma de ganar dinero. «Era un juego de Bingo por WhatsApp, nunca había visto algo así, pero me pareció que podía ganar dinero fácil», comentó.

Un mes después de su primer avistamiento, Menesex ya ha ingresado a dos grupos. «En el primero no se gana tanto dinero como en el segundo», explicó.

La aparición de estas vías alternas para ganar dinero reflejan las difíciles condiciones económicas que que atraviesan los venezolanos. Según el economista Asdrubal Oliveros, 45 % de los trabajadores gana alrededor de 100 dólares y aquellos que pertenecen a empresas privadas pueden llegar hasta los 200 dólares.

Menesex trabaja como estilista, no tiene un sueldo fijo y sus ganancias son muy limitadas.

El primer grupo al que se unió Menesex se llama “Bingo Freecash” y el segundo “Bingo Online Ena”. Ha jugado dos veces en “Freecash”, pero en tan solo un mes, el precio del cartón subió de 10 a 20 bolívares.

Cada cartón permite jugar tres partidas, aunque esta no es una regla fija, ya que depende del organizador. Anthony León, uno de estos organizadores, lleva prácticamente todo el año en este negocio.

Tres premios un cartón

Este sistema parece repetirse, ya que Menesex muestra su chat grupal, en el que el anfitrión anuncia los números (“I-7, B-11, O-69”) compartiendo una captura de pantalla de una App que muestra la ficha, los números faltantes y la modalidad del juego.

León explica que en su juego hay tres premios para tres tipos de jugadas: cartón lleno, línea y cuatro esquinas. Menesex, aunque aún no ha ganado, asegura que es muy emocionante la posibilidad de ser la próxima ganadora.

En caso de ganar, el primer premio es de $5 y el segundo de $10, aunque estos montos pueden variar dependiendo de si se venden todos los cartones. Solo de esta manera se puede obtener más dinero.

El administrador decide cuándo y a qué hora se jugarán las partidas, y se espera hasta tener el número suficiente de participantes. Lo habitual es vender 100 cartones.

En el chat, incluso aparece una lista de números con nombres al lado. «Son los cartones comprados», explica León. Su grupo se llama “BingoAAA Virtual”, y al abrir el menú del grupo, se encuentra una advertencia:

«Si desconfía del grupo, permanezca hasta sentirse seguro/a de jugar», dice.

La desconfianza por ser estafados es un impedimento común entre los jugadores, pero León cree que la transparencia es clave para ganar la confianza de los participantes.

A continuación, las reglas del BingoAAA Virtual:

Está prohibido enviar mensajes no relacionados con el bingo durante las jugadas. se dará ban, baja.
No hay devoluciones de dinero después de la compra de los cartones.
El pago de los cartones se envía solo por privado.
Respeto y orden en el grupo; de lo contrario, se dará ban.
Tener a la mano los cartones originales enviados, sin subir el cartón, no se puede reclamar el premio.
El ganador será el primero que cante «Bingo» y sea verificado, sin importar si otro jugador lo había tenido antes, pero por problemas de señal no lo anunció a tiempo.

Leyes en deuda

Aún con las indicaciones de León, el miedo es natural. La falta de regulación y fiscalización en estos temas preocupa a los participantes.

Nancy Gómez es abogada y asegura que el Gobierno Nacional, está trabajando en una modificaicón de la Ley para el Control de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles que data de 1997.

Cuando la ley entró en vigencia los juegos electrónicos no existían por lo que hay un vacío legal. Sin embargo, la gente cuando piensa en juegos electrónicos se imagina sitios webs. No grupo de Whatsapp.

En 2020 fue la última vez que la ley sufrió modificaciones. El plan era regular los juegos en línea y las apuestas deportivas. Para eso entró en acción la Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas, Sunahip.

Los cambios más destacados fueron otorgar licencias y permisos a los operadores de casinos en línea. Aplicar medidas para proteger al jugador como verificación de edad y juegos responsables.

Finalmente los dueños de estos casinos digitales están sujetos a impuestos que son calculados sobre sus ingresos brutos.

Sin embargo, la actualización de la ley deja por fuera estos juegos, que también son en línea. No están ligados a un dominio web y no existe un ente que lo regule ya que aplicaciones como Whatsapp están diseñadas para las comunicaciones privadas entre particulares.

El uso irregular que se le da puede ser denunciado ante autoridades, pero no hay mayor información al respecto. cronica.uno

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