Zaragoza ha sido una ciudad cinéfila donde las haya. No hace tantas décadas, la capital aragonesa contaba con decenas de cines animando calles y avenidas del centro, pero también de los barrios, donde había incluso salas de reestreno. Pero aquello, ese ambiente cinéfilo, es un recuerdo del pasado; lejos quedan aquellos tiempos en los que miles de espectadores acudían cada tarde a llenar las butacas de las salas.
Poco a poco, y con los cambios de hábito, la llegada de la televisión y del vídeo primero, y luego de las plataformas y de las nuevas formas de ocio, el número de salas se ha ido reduciendo hasta quedar limitada a los multicines de los centros comerciales, y a los cines Palafox y Cervantes en el centro de la ciudad. El resto de las salas fueron derribadas o, reconvertidas a otros usos.
El último en transformarse fue el que era uno de los cines más icónicos de la ciudad: el cine Elíseos. Situado en el paseo de Sagasta, este cine inaugurado en 1944 fue reconvertido en un McDonald´s en el año 2021, respetando, eso sí, la arquitectura y los elementos ornamentales.
Junto al Elíseos, hay otro cine en el que se ha respetado una pequeña parte del diseño que tenía cuando era cine: el viejo cine Coliseo Equitativa, en el Paseo de la Independencia. Este cine fue inaugurado en 1950, y vivió momentos míticos como el estreno de Ben Hur. En la actualidad el local ha sido ocupado por Mango. Nada queda del pasillo de acceso, ni de la mayor parte de los elementos que decoraban la sala; pero al menos, se conserva la estructura de madera de barco invertido que había en el patio de butacas.
Del resto de grandes cines de la ciudad, nada queda que recuerde que en el pasado sirvieron para proyectar películas tarde tras tarde. Sin duda, de los nuevos usos que más se ha dado a esos viejos locales, es el relacionado con la hostelería. De hecho, el Elíseos no es es único cine que ha sido reconvertido en una hamburguesería.
Antes, el cine Gran Vía, inaugurado en 1943, fue reconvertido en bingo primero, y luego en un local de la cadena de hamburguesas Burguer King. De cuando era cine, solo queda la marquesina de las fachadas que recuerdan que un día allí se proyectaron películas para hacer soñar al público zaragozano.
El cine Mola (Sagasta 12), en activo desde 1967 hasta el 2005 y pegado casi el Elíseos, tenía casi un millar de butacas. Y tras el cierre, fue ocupado por un local de la cadena 100 Montaditos. Los Multicines Buñuel, en Francisco Vitoria 30 fueron los primeros multicines de la ciudad. Inaugurados en 1977, estuvieron en funcionamiento hasta 2007. Y en la actualidad, el local es ocupado por Nola Smoke. Los cines Goya, inaugurados en 1932 y reformados en los años 90, fueron derribados por completo dejando solo la fachada, lo único que estaba protegido. Sus bajos fueron ocupados por una academia de inglés Number 16, y por el mercado gastronómico Plaza Goya, cerrado tras la pandemia.
Negocios relacionados con el juego también están muy presentes en muchos de los viejos cines zaragozanos. Por ejemplo, el cine Don Quijote, situado en los bajos del Hotel Palafox junto al Cine Cervantes, fue reconvertido en el Casino de Zaragoza en 2002. De los años 40 era el cine Victoria, en Conde Aranda. Este cine llegó a tener refugio antiaéreo, y en la actualidad, está ocupado por el Bingo Victoria. El cine Dorado, o Doré, en Independencia, tenía una curiosa decoración abstracta pintada en 1949 que no le valió para ser conservado. Ahora también es un salón de juego.
El uso comercial también se ha impuesto en varios cines. Además del local de Mango en el ya mencionado Coliseo Equitativa, el Teatro-cine Argensola, en activo desde los años 30, fue cerrado en los años 80 y reconvertido en una galería comercial, el actual Pasaje Argensola.
También en Independencia estaban los cines Avenida y el cine Actualidades. Ambos fueron cerrados y derruidos para construir el centro comercial Independencia. El Cine Rialto, en el 77 de la avenida de San José, abrió sus puertas en 1948. Y tras una etapa en la que fue sala X, se reconvirtió en un supermercado de la cadena Eroski.
Además de todos los usos que hemos visto, hay cines que fueron reconvertidos en otros usos mucho más dispares. El viejo cine Pax, en la plaza de la Seo, está ocupado en estos momentos por la Casa de la Iglesia. Y los cines Renoir, que estaban situados en el centro comercial de Los Porches del Audiorama, hay un gimnasio de la cadena VivaGym,
Junto a los usos que tienen todos estos cines, hay otros que todavía esperan un uso en el futuro. Este es el caso del Gran Teatro Fleta, que abrió sus puertas en 1955 con el nombre de Teatro Iris, y que cerró en el 2000. Iba a ser transformado en un gran centro operístico, pero fue prácticamente desmantelado, y su esqueleto sigue esperando su rehabilitación en plena avenida César Augusto. Tampoco tienen uso de momento los viejos cines Aragón, en la calle Cádiz y con entrada desde el centro comercial Independencia, pese a que en 2021 saltó la noticia de que en el edificio se construirían apartamentos y un gran local comercial. hoyaragon