En cuestión de pocos días el Campus Tecnológico de ZITRO en Barcelona ha sido visitado por Kissy Chandiramani y Ramón Cubián, responsables del juego en Melilla y Madrid respectivamente. Y han mostrado su satisfacción ante la imagen espléndida de una fábrica de ideas, que por su magnitud y contenido, no deja indiferente a nadie. Y pone de manifiesto, de manera espectacular, hasta donde es capaz de llegar el sector cuando existe de por medio un compromiso sólido para alcanzar la excelencia, para acreditarse con productos originales en los mercados del mundo.
Tuve la suerte hace ya bastante tiempo de estar en el Campus de ZITRO. Y de ser atendido en mi recorrido por sus instalaciones por el propio Johnny Ortiz, artífice de un proyecto de proporciones colosales que se ha ido materializando en tiempo realmente récord. Y ni que decir tiene que quedé impresionado por la visita. Por el empleo de medios, por la altísima inversión en procedimientos tecnológicos y recursos humanos, por las aportaciones realizadas a unos procesos de fabricación impregnados de sentido futurista y de afán de anticipación.
Conocer con todo detalle, como me ocurrió a mí, el Campus de ZITRO te confirma cuales son las razones de peso que han llevado a la compañía de Johnny Ortiz al estrellato internacional del juego. Te demuestra que estar en posición de vanguardia en materia de creatividad e innovación no es un hecho coyuntural o fortuito. Que todo obedece a un ambicioso plan trazado de antemano. Que desde el inicio se apostó fuerte por una idea que no ha dejado de potenciarse, poniendo a contribución de la misma dinero, mucho dinero, imaginación e inventiva. Y un propósito indesmayable para ejercer el liderazgo, para sobresalir en los mercados por el sello inconfundible de unos productos sin parangón.
El Campus Tecnológico de ZITRO es la radiografía exacta del porqué una compañía está en la cima del prestigio a escala mundial. Lo acredita un espacio de doce mil metros cuadrados en el que coexisten la última tecnología, la grandísima capacidad humana y el genio de un creador que no sabe darse respiro cuando se trata de proyectar la imagen de ZITRO en el mundo. Su nombre lo conocen.