El intento del gobierno federal de México para la eliminación gradual de las máquinas tragamonedas en los casinos se está convirtiendo en un bumerán, y puede llevar a que, por primera vez, se permita a dichos establecimientos ofrecer a sus clientes juegos de naipes, dados y ruleta.
La jueza federal María Isabel Bernal resolvió el 9 de julio que la reforma al Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos (LFJS), decretada el 16 de noviembre de 2023 por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es inconstitucional.
Estableció que el Ejecutivo no podía prohibir las tragamonedas en los permisos que se otorguen para nuevos casinos, así como en la renovación de los actuales, pues la Suprema Corte de Justicia aclaró en 2016 que dichas máquinas califican como “sorteos de números o símbolos” que dependen del azar, y por tanto están permitidas por la LFJS, que el Congreso no ha reformado desde 1947.
Pero al igual que su colega Gabriel Regis, quien ya concedió varios amparos, Bernal no solo falló contra la prohibición de tragamonedas, sino que determinó que también se deben permitir los juegos de naipes y la ruleta, ya que igualmente pueden ser considerados como “sorteos”.
Regis y Bernal concentran las alrededor de 60 demandas promovidas a nivel nacional por las permisionarias de casinos y sus operadoras, por lo que, en primera instancia, todos los amparos contra la reforma van a ser concedidos.
“Los juegos de naipes sí gozan de la característica principal de los sorteos, esto es que el resultado final de los mismos está confiado a la suerte, y no exclusivamente a la habilidad de quien juega”, explicó Bernal.
En cuanto a los dados, la propia ley los permite expresamente, por lo que el Ejecutivo tampoco podía prohibirlos en el reglamento, y la jueza recordó que naipes, ruleta y dados sí pueden ser autorizados por la Secretaría de Gobernación para ferias regionales.
La reforma de 2023 al reglamento prohibió expresamente considerar a estos juegos como sorteos. vanguardia