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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Cristina García, más allá del juego

28 de junio de 2024

Suelo repetirme cuando digo que el juego debe salir de sus límites sectoriales para insertarse en la sociedad, crear conciencia de lo que es la industria y contribuir con sus actos e iniciativas a una mejor comprensión de la actividad y de lo que hace con fines solidarios, formativos o de estricta responsabilidad. La industria, lejos de encerrarse en su cáscara, tiene la obligación de aflorar a la vida pública para que se la conozca en su real dimensión.

No cabe discusión si decimos que Cristina García, portavoz y coordinadora de la Plataforma para el Juego Sostenible, es una de las principales protagonistas de ése titánico trabajo emprendido por el sector para que su imagen refleje la voluntad del empresariado en su compromiso por combatir las adicciones y proteger a los jóvenes. Un proyecto ambicioso que está dando sus frutos en parte por obra y gracia de una tarea desarrollada por Cristina con tanto afán como recursos profesionales para saber calar en las administraciones públicas y establecer unas colaboraciones que han conseguido hacer de FES un instrumento idóneo para alertar a los estudiantes en edad primera, e involucrar a sus familias, de los peligros que se desprenden de la utilización sin control de las pantallas y los móviles. Una labor intensa, de amplio alcance, en la que Cristina García viene pisando todos los territorios con una voluntad didáctica y previsora puesta al servicio y defensa de un colectivo vulnerable como es la adolescencia y juventud y que certifica la contribución de la industria a la mejora de su entorno social.

El sector está jugando a fondo la carta de un juego limpio, seguro y sin adicciones. Y su mensaje, sus contenidos, sus propuestas y sus planes para transformarlo en realidad los está materializando Cristina García mediante una gestión inteligente, experimentada, de enlace directo y normalizado con reguladores y políticos que define muy bien la personalidad de una profesional de muchos quilates que traspasa con naturalidad las fronteras del juego para jugar un papel determinante en la vida política y social. Esta es misión impagable por lo que entraña de dificultad y riesgo. Ambos superados por el talante convincente y persuasivo de Cristina García. Merecedora de gratitud unánime por su labor impecable.

Toda ésta inmensa y fructífera labor quedó expuesta en la última asamblea de ASEJU, en la que Cristina avanzó los planes del proyecto FES para los ámbitos universitario y docente, así como para estrechar la colaboración con municipios, que denotan la sensibilidad social de la idea y su propósito de calar en los más jóvenes y sus familias. Magnífico trabajo el suyo.