Llevo oyendo hablar de la aprobación de la Ley de Juego de Brasil un montón de años. Cuando el asunto parecía madurado han surgido a lo largo del tiempo presiones o intervenciones políticas que han hecho embarrancar el proyecto. Esto se viene reiterando de manera cíclica sin que llegue la decisión definitiva. Ahora el asunto ha entrado en una fase de espera hasta comprobar la postura del senado. Veremos en que queda el asunto, por el hecho de haber vivido situaciones similares en diversas ocasiones.
Sea cual fuere la respuesta a la incógnita planteada lo cierto es que, de producirse el pistoletazo de la legalización, Brasil cuenta con la estrella indiscutible del universo del juego global para poner el piloto directo y brindar al país las más llamativas y espectaculares soluciones en cuestión de entretenimiento: Johnny Ortiz. Este es el nombre de la estrella de la industria, equiparable en su campo al Pelé rey del balompié que maravilló al mundo con su genio creativo hasta hacer del balompié un arte estético y deportivo.
Brasil tiene en el universo del fútbol el recuerdo de O Rei, el más grande, y en la industria del ocio cuenta con otro rey a escala global que se ha hecho un hueco preferente en diversos continentes con la magia de sus juegos, con su poder para seducir y divertir, con sus recursos ilimitados para sorprender y despertar la capacidad de asombro de sus usuarios, que disfrutan en el mundo de sus propuestas únicas y originales.
Cuando la industria del juego se ponga en movimiento en Brasil tiene para su desarrollo y proyección al empresario número uno en ése ámbito: Johnny Ortiz. El que dispone de mayor sentido innovador, hasta revolucionar todas las estructuras del sector a escala global. El que posee una idea clara de las demandas de futuro. El emprendedor infatigable que, junto a un equipo profesional de perfiles muy cualificados, no ceja en su empeño de lanzar productos sin parangón en el mercado. Productos pensados y adaptados para las características y apetencias de cada territorio.
Si por fin arranca el juego en Brasil, para lo que no cabe hacer anticipos arriesgados, lo que no es discutible es que en las filas de su industria está, preparado y con la batería al máximo de potencia, Johnny Ortiz, el rey del entretenimiento. Como el Pelé del balompié.