La Guardia Civil ha detenido en la provincia de Tarragona a 15 sospechosos de pertenecer a un grupo organizado de ladrones especializado en robos con fuerza en el interior de viviendas, establecimientos comerciales y salones de juego. Se les acusa de unos 50 robos por toda España así como de asaltar una docena de casas de juego en el sur de Francia.
A principios del año pasado se produjeron cinco robos en diferentes localidades de la provincia de Lugo. Tras meses de pesquisas, los investigadores descubren que los sospechosos, originarios de países del este, residían en la provincia de Tarragona.
Los agentes les imputan asaltos cometidos el año pasado en viviendas y comercios de Tudela, Fraga, Alcazar de San Juan, Carlet, Orihuela, Aracena, Feria, Olivenza, Illescas, León, Corrales de Buelna, Binefar, Almazán, Monforte de Lemos, Olesa de Bonesvalls, Collbató y Sant Salvador de Guardiola, entre otras. También están acusados de una docena de robos con fuerza en el sur de Francia.
Asaltos a casas de apuestas
Uno de sus objetivos preferidos eran las casas de apuestas y salones de juegos, llegando a sustraer en un solo robo más de 30.000 euros, actuaron en establecimientos de este tipo en las localidades de Tomiño (Pontevedra), en Valverde de la Virgen (León) o en Campo de Criptana (Ciudad Real). Además robaron en carnicerías, farmacias o locales de hostelería.
Durante la fase final de la investigación se centraban en robos en interior de casas y chalets habitados, en su mayoría ubicados en Catalunya, aprovechando que los moradores dormían, accedían a las viviendas para sustraer herramientas destinadas al mantenimiento del jardín, maquinaria y objetos susceptibles de vender en el mercado negro. La mayor parte del material sustraído era distribuido al día siguiente entre los integrantes de la organización, los cuales se encargaban de ocultarlo en locales de Sant Pere i Sant Pau (Tarragona) para posteriormente venderlo a propietarios de pequeñas empresas de jardinería o mantenimiento.
Los agentes indican que la cantidad de dinero en efectivo y material sustraído, así como los daños causados en viviendas y establecimientos podría alcanzar los 400.000 euros, todo ello sin contar con los hechos que han cometido en territorio francés los cuales serán imputados por las autoridades de este país. La Guardia Civil ha devuelto los objetos encontrados a sus legítimos propietarios. elperiodico