Durante mucho tiempo, el efectivo era el rey. Hasta que irrumpió la pandemia y los métodos de pago electrónicos aceleraron su implantación. Cada segundo se producen unas 30 operaciones a través de Bizum y el 60 % de la población prefiere la tarjeta como método de pago, seguida de wallets como Apple Pay o Google Pay (25 %). El efectivo sigue siendo el método principal para el 12 % de la población.
Son algunas de las conclusiones del estudio Nuevos hábitos en métodos de pago en España 2023 que ha lanzado PaynoPain. Su director de Desarrollo de Negocio, Héctor Iglesias, explica que« la tarjeta sigue siendo líder y además año tras año sigue ganando cuota de mercado» y aunque cada vez hay más opciones alternativas, «es difícil que en el corto plazo eso desaparezca». Y eso a pesar de algunos inconvenientes, como el hecho de tener que llevarla encima (o aprenderse el número para pagar online).
La situación se da con relativa frecuencia: alguien está en el sofá completando una compra a través de Internet y le piden el número de tarjeta, pero no quiere levantarse a por la cartera. Para evitar que se pierdan este tipo de transacciones, PaynoPain recomienda a los comercios que tengan activada la posibilidad de pagar con Google Pay o Apple Pay, porque «no solamente no tienes que introducir los datos, es que también puedes tener preconfigurada la dirección de envío, con lo que el proceso es mucho más rápido», explica Iglesias.
Además de la tarjeta y de los wallets, hay métodos de pago alternativos como PayPal, que se utiliza mucho cuando no se tiene demasiada confianza en el comercio en el que se está realizando la compra y también por comodidad. Con este método se crea una cuenta, se introducen los datos bancarios o de una o varias tarjetas y cada vez que se realiza un pago,se puede elegir mediante qué método concreto, sin tener que estar ingresando la información en cada compra y en cada sitio en el que se hacen pagos.
Tanto el uso de la tarjeta como el de PayPal está más extendido entre las personas que tienen entre 40 y 50 años, explica Héctor Iglesias, personas ya más acostumbradas a utilizar este tipo de métodos de pago electrónico.
Luego está Bizum, un sistema que nació como pago entre particulares y que en el cómputo global supone ya más de un 4 % del total de las transacciones realizadas. Si se reduce a aquellos comercios que tienen activado el sistema, suponen entre el 10 y el 15 % de todas las operaciones, matiza Héctor Iglesias. ¿A qué se debe ese crecimiento?
¿Cuál es la cuantía máxima que se puede transferir por Bizum?
«Solo tienes que introducir tu número de teléfono, te llega una notificación de tu banco para aceptar el pago y ya está. La sencillez que tiene hace que sea mucho más cómodo». La experiencia es sencilla a hacer una compra con Apple Pay o Google Pay: no hay que buscar tarjeta y se confirma con rapidez la transacción. Quizá por eso es una de las opciones preferidas por las generaciones más jóvenes.
«El uso de este sistema creció de manera muy rápida en la pandemia, cuando empezamos a hacernos pequeños pagos entre particulares». Bizum está basado en la normativa instant transfer y que permitía hacer pagos en el momento simplemente enlazando un IBAN a un número de teléfono. «La gente normalmente no se sabe su número de IBAN, pero sí el número de teléfono» así que se convirtió en uno de los métodos de pago electrónicos preferidos por los usuarios. «La mejora que ha habido en las aplicaciones ha hecho añadir muchas funcionalidades: buscar en tu agenda o hacer pagos compartidos a varios destinatarios».
Es muy probable que las funcionalidades de Bizum sigan creciendo y que este mismo año en España se empiecen a hacer pagos recurrentes, es decir, poder pagar la suscripción a una plataforma de streaming a través de Bizum, algo que hasta el momento no estaba contemplado.
Es más, se está trabajando en la creación de un Bizum europeo. Hay varios estándares funcionando en la Unión Europea y habrá que ver como hacerlos compatibles. El método portugués (MB Way) y el italiano (Bancomat) ya han llegado a un acuerdo de colaboración con el español para hacerlas interoperables. «No será algo inmediato, pero sí lo veremos en los próximos años».
Y además, está empezando a crecer cada vez más el sistema de iniciación de pagos, una normativa europea que básicamente es algo así como una transferencia de la cuenta del cliente a la de comercio y que está cogiendo fuerza entre clientes que conocen cómo funciona el sistema y también personas que han vivido en el extranjero, porque en otros países este sistema es mucho más común que en España. Héctor Iglesias predice sin embargo que será uno de los métodos con incremento de usuarios sostenido a lo largo de este 2024.
Es algo semejante a Bizum pero sin tener que introducir datos, simplemente logueándose en la entidad bancaria y autorizando el pago con firma biométrica u otras opciones. «Esto sí que tiene un porcentaje bajo pero en muchos nichos de mercado está cogiendo relevancia». Cuando el importe supera por ejemplo los mil euros, como en la compra de viajes y o de muebles, se está convirtiendo en un método muy útil, ya que las tarjetas pueden tener limitaciones de operativa.
A esto hay que sumar un método que empezó a despuntar hace unos cinco años: el pago aplazado. Es decir, compra ahora y paga más tarde, incluso en tres o cuatro veces, algo que ofertan tanto los comercios electrónicos y algunas plataformas de pago, como PayPal. «Es un método que están aprovechando mucho las personas sobre todo en época de inflación», porque permite adquirir productos que quizá en unos meses aumenten su coste.
«Si se hace con cabeza es un buen método», afirma el director de Desarrollo de Negocio de PaynoPain, haciendo referencia a un período inflacionista como el actual, así como la oportunidad de aprovechar buenas ofertas aunque no se tenga toda la liquidez. «Hay que tener bastante cabeza», advierte sin embargo, porque el principal problema de esta opción es perder la noción de las deudas que se adquieren, comprar de manera más impulsiva y a posteriori tener que hacer frente a varios pagos durante los meses siguientes. Eso sí, después del apogeo de los pagos aplazados, el director de Desarrollo de Negocio de PaynoPain cree que a lo largo de este año se va a contener.
¿Qué pasa con el efectivo?
Hace un tiempo, en una parte importante de los establecimientos se exigía un consumo mínimo para poder pagar mediante métodos electrónicos. Cada vez es menos habitual toparse con el cartel que dice «para pagar con tarjeta la compra mínima es de 10 euros», sino que se puede comprar con tarjeta a hasta una barra de pan.
Con todo, el dinero en efectivo tardará en desaparecer, «si desaparece». Aunque más de la mitad de los encuestados dicen hacer compras con efectivo raramente, el informe de de PaynoPain revela que más del 80 % de las personas entrevistadas lleva algo de efectivo en la cartera, aunque el importe no superaría los 10 euros.
«Ha habido iniciativas para eliminarlo en algunos países, pero la legislación es muy clara. El efectivo es un método de pago válido y no puede desaparecer por mucho que intente imponerlo un país», explica Héctor Iglesias.
De todos modos, el 88 % de los españoles prefiere durante sus viajes usar tarjetas de crédito o débito, lo que supera ampliamente a quien viaja con efectivo en la cartera, que se queda en un 20 %. Casi la mitad de los encuestados por PaynoPain usa wallets durante sus viajes, lo que demuestra la conveniencia de los pagos móviles en cualquier lugar.
De hecho, el teléfono se ha convertido en un nuevo monedero y la encuesta Nuevos hábitos en métodos de pago en España 2023 revela que tres de cada cuatro españoles han realizado al menos una vez un pago a través del teléfono móvil y no solo eso, sino que un tercio de los encuestados prefiere usar este método para pagar en comercios físicos, principalmente para alimentación y supermercados (68,5 %), hostelería y restauración (60,3 %) y moda y complementos (45,7 %).
Nueve consejos para hacer compras seguras en internet
Eso sí, los españoles dan mucha importancia a la seguridad de sus transacciones, hasta el punto de que tres de cada cinco dicen que es lo más importante para ellos, por encima de los costes adiciones o del gasto excesivo.
Según el estudio de PaynoPain casi el 40 % de los españoles ha sido víctima de la ciberdelincuencia y casi otro tanto ha evitado algún intento de estafa en sus compras electrónicas.
En definitiva, la tarjeta, el móvil y los métodos alternativos van desplazando al pago en efectivo entre los usuarios españoles, que dan máxima prioridad a la comodidad y seguridad de sus transacciones. El siguiente paso parece ser el pago biométrico, según en 52 % de las personas participantes en el estudio, que apuestan porque el futuro sea el pago mediante el rostro, el iris o la huella, además del smartphone o los wallets digitales, que ya son una realidad. lavozdegalicia