Antonio Ayala Rocamora es un profesional y empresario que dedicó veintisiete años al bingo, modalidad que no tiene ningún secreto para él, de la que conoce todos sus problemas y singularidades así como las demandas del público que lo frecuenta. En sus funciones gerenciales apostó por dotar a las salas de los mayores avances y los más altos niveles de confort. Cuidando su ambientación y estando al tanto de los detalles. Inauguró diversas salas en su dilatada ejecutoria donde, entre otros puestos, ocupó la dirección de la división de bingos de ORENES. En el plano asociativo también se dejó sentir su presencia como vicepresidente de EJUVA y CEJ.
Tras abandonar su etapa profesional en el bingo Antonio Ayala realizó su inmersión empresarial en los salones donde a partir de 2011 realizó un espectacular proceso de expansión en localidades como Novelda, Elda, Aspe y San Vicente del Raspeig, en la provincia de Alicante donde inauguró sucesivos establecimientos. Todos ellos montados con arreglo a los criterios que a lo largo de su trayectoria han distinguido las actuaciones de Ayala: decoración muy cuidada, productos de la máxima solvencia y servicios destinados a que el cliente se sienta a gusto cuando disfruta de su rato de esparcimiento. Por convicción y por estar convencido de que ése es el camino del éxito Ayala ha tratado de hacer las cosas a lo grande, con recursos y los medios necesarios para poner en sus locales un sello de distinción.
Antonio Ayala Rocamora es hombre de múltiples facetas, rasgo propio de quién comenzó a trabajar muy joven y todavía no se ha dado descanso. No obstante los salones desde el año pasada dependen de la dirección de su hijo, José Joaquín que es pleno dominador de la actividad. Pero aún le queda tiempo a Antonio para ocuparse de Novelda Digital el periódico creado por él y de promover múltiples actividades de carácter cultural o solidario que demues- tran bien a las claras que estamos delante de un personaje tan batallador como creativo. Todo un ejemplo de esfuerzo personal.